En ocasiones, cuando nos asomamos a la práctica de la lectura veloz nos damos cuenta de que no podemos lograr una gran velocidad, o al menos, no como lo deseamos. Otra cosa que suele notarse es que si bien se ha aumentado la rapidez, la comprensión no va al parejo en esta habilidad.
En este sentido, la mala noticia es que si no puedes entender el texto mientras lo lees, de nada vale que incluso llegues a la velocidad de 1,000 palabras por minuto, porque entonces todo el esfuerzo ha sido completamente desperdiciado.
Por eso a continuación te decimos los principales secretos cuya observación te ayudará a comprender a gran velocidad.
Lectura visual
Seguramente cuando aprendiste a leer lo hiciste pronunciando en voz alta, ya sea por ti mismo o por tus padres o maestros, y puede ser que ahora como adulto sigas oyendo las palabras en tu cabeza mientras lees. A esto se le llama subvocalización, gran obstáculo para quienes están aprendiendo lectura veloz, porque no les permitirá llegar a más de 600 palabras por minuto. Recuerda que leer es interpretar símbolos visuales, por lo cual la comprensión no requiere de sonidos, así que al leer deja que tus ojos conecten con el cerebro e interpreten por ellos mismos.
Lectura global
Cuando se trata de lectura informativa o de búsqueda no lees gramaticalmente sino por conceptos. Si el pensamiento se compone de imágenes, ideas y sentimientos, es lógico que no funcione como si tuviera un orden gramatical...
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