A veces describir la ética y la pasión en el trabajo periodístico son difíciles de describir en un artículo, y para eso nada menor que el escritor y periodista Ryszard Kapuscinski (1932-2007), quien nació en Pinsk, Bielorrusia, en ese entonces parte de Polonia.
Considerado padre del periodismo moderno escribió, entre otros, los libros Las Guerras del Futbol y otros reportajes, Imperio y Ébano. También recibió múltiples premios, como el Príncipe de Asturias, el Premio Goethe de Hamburgo y el Prix de l'Astrolabe, por mencionar algunos.
Así que sin más preámbulos dejemos hablar al maestro que colaboró en medios como Time, The New York Times, El País, La Jornada y Frankfurter Allgemeine Zeitung, además de que informó en 12 ocasiones desde el frente de batalla, sobrevivió a 27 revoluciones y fue condenado a muerte cuatro veces.
Un buen periodista, un buen lector
“Nuestra profesión de cronistas, de reporteros, de periodistas, requiere de mucha lectura: es una debilidad pero a la vez una fortaleza de nuestro quehacer. Sin embargo, la mayoría se preocupa más en cómo escribir y muy poco en qué leer.“Debemos ser cazadores furtivos de otros campos: filosofía, sociología, psicología, antropología, literatura... Y profundizar en los temas. Hacernos sabios. Debemos aprender a ser humildes y nunca dejar de aprender. Si se apaga el entusiasmo por aprender, se seca el fuego interno. La llama interna no puede descuidarse. No conviene esperar tal sequedad. Mejor prepararse, interesarse, involucrarse, y leer, leer, leer...”.
Acerca de la remuneración
“Podemos encontrar muchos periodistas jóvenes llenos de frustraciones, porque trabajan mucho por un salario muy bajo, luego pierden su empleo y a lo mejor no consiguen encontrar otro. Todo esto forma parte de nuestra profesión. Por tanto, tened paciencia y trabajad. Nuestros lectores, oyentes, telespectadores son personas muy justas, que reconocen enseguida la calidad de nuestro trabajo y, con la misma rapidez, empiezan a asociarla con nuestro nombre; saben que de ese nombre van a recibir un buen producto”.Un oficio de 24 horas
”Ésta una profesión muy exigente. Todas lo son, pero la nuestra de manera particular. El motivo es que nosotros convivimos con ella 24 horas al día. No podemos cerrar nuestra oficina a las cuatro de la tarde y ocuparnos de otras actividades. Éste es un trabajo que ocupa toda nuestra vida, no hay otro modo de ejercitarlo o, al menos, de hacerlo de un modo perfecto”.
Más información en http://www.periodistasnmx.com.mx/2013/10/02/la-pasi%C3%B3n-de-kapucinski/
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