Influir en los demás es un objetivo común de todas las personas, sobre todo las que están involucradas en el área de relaciones humanas. Esto tal vez tenga que ver con la sensación de poder, tan agradable para la gran mayoría de la gente.
En el estudio de la programación neurolingüística hay técnicas muy eficaces para lograrlo; sin embargo, el hecho de poder influir en los demás no significa que por eso van a hacer lo que nosotros queremos.
Porque podemos causar una buena impresión y lograr algunos avances en casos sencillos, sólo que la cosa se pone más complicada si se trata de pedir un aumento de sueldo, recomendar servicios o votar en una elección.
En estos casos se trata de una decisión consciente, la cual implica sopesar los pros y los contras, y es donde nuestra verdadera influencia debe aparecer, ¿de qué depende esto?, pues de la experiencia y la confianza, que van más allá de una simple estrategia...
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