Una de las cosas que más le llama la atención a quienes han estado en una sesión de lectura veloz individual es ver el movimiento vertiginoso de los ojos y el rápido pasar de las hojas de un libro o texto.
Pero quedan totalmente asombradas cuando al final pueden constatar que la persona mantiene en su mente lo leído, sobre todo si se toma en cuenta que aún quienes tratan de leer más despacio con el fin de asimilar mejor la información, también tienen dificultades para recordar lo que leen.
Esto tiene que ver con la atención puesta en la lectura y la capacidad para adquirir más información a una mayor velocidad. Además, es evidente que una de las claves de lectura de la velocidad está en los ojos, los cuales rastrean las páginas y archivan los conocimientos.
Sin embargo, también cabe aclarar que los practicantes de lectura rápida no tienen poderes especiales ni cuentan con algún tipo de “mirada biónica". Su visión es igual que la de cualquier otra persona, sólo que está entrenada para leer y comprender a mayor velocidad...
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